La depresión y los videojuegos
Hoy voy a hacer un post especial sobre los videojuegos con
un tono un poco diferente sobre este asunto porque creo que es importante
sacarlo a la luz. Cuando digo depresión, me refiero también a otros estados
emocionales mediante los cuales te sientes triste, cansado, apático, sin ganas,
desmotivado, falta de energía o hasta falta de impulso vital en un prolongado
período de tiempo, que desafortunadamente, duran más que los episodios normales
de bajo ánimo que podríamos considerar que forman parte de la vida de cada ser
humano. Es algo delicado de tratar, y ojalá cada uno encuentre la manera más
afortunada de lidiar con ello de acuerdo a su contexto o personalidad, y/o
buscar ayuda de un buen amigo/a o de un profesional.
A ti, querido lector, que posiblemente me leas porque este
tema te toca o te ha tocado en algún momento experimentarlo, te dirijo las
siguientes líneas. Hay días que cuesta levantarse de la cama, porque no puedes y
necesitas pensarlo un montón antes de dar el paso y salir de entre las sábanas,
porque para qué, si va a ser otro día monótono donde nada te emocione ni nada
cambie a tu alrededor. No hay energía para pensar en una agenda y mucho menos
para cumplirla. A duras penas te levantas para ducharte o preparar la comida
porque algo dentro te dice que tú puedes aunque pronto sea teñido por las
sombras. Tu mismo sabes que no quieres eso, que te estarás perdiendo muchas
cosas, que se te están yendo los años
sin hacer las cosas que la sociedad nos dice y que quizás a ti también te
gustaría vivirlas en cierto modo, lo cual te hace estar más triste y te dices a ti
mismo que sólo puedes ir a peor con los años porque serás un viejo al
que le han pasado los años con el corazón encogido, a la vez también te sientes
mal porque no tienes ese impulso por el cual puedas comenzar a cambiar la
situación por tu parte y eso te hace sentir frustrado. Falta fuerza, falta
algo.
Lo mismo socialmente te sientes una carga para el resto, no
quieres contagiar a los demás con tu energía baja, no quieres que te vean así
de débil o roto, no sientes que puedas aportar algo según tu mente, te lo van a
notar en el tono de voz, no te ves con fuerza de intentar hablar o conocer
gente nueva, tal vez te abrumes rápido, o no te veas capaz de lidiar con
comportamientos de los otros que no están a tu alcance y pueden alimentar tus
pensamientos intrusivos, o no te veas capaz de seguir conversaciones muy fluidas, tal vez no sea tu momento, tal vez no estés motivado, tal vez
te sientas un poco sólo y ni si quiera tengas a nadie que sea para ti cercano y que pueda
implicarse contigo. Y se alimentan tus pensamientos bucle. Tú tampoco quieres
ser una molestia y sientes que los demás avanzan y suman experiencias, y tu te
sientes que te quedas atrás estancado lo cual piensas que te creará más
distancia con los demás a la hora de socializar, cada vez te ves rodeado de más
oscuridad y cada vez te cuesta más seguir hacia delante porque no tienes
motivación. Tienes momentos de luz pero acaban siendo los mínimos.
Ahí afuera sientes que tienes que poner buena cara porque
eres un humano funcional y si no trabajas no tendrás dinero, si no tienes
dinero no tendrás para pagar el alquiler ni para comer, lo cual seguramente
empeore tu estado de ánimo. Te da vergüenza confesar que no tienes energía ni
puedes concentrarte demasiado en atender a las demás personas porque la salud
mental hoy en día sigue siendo tabú o siguen sin entenderse algunos aspectos y
no quieres que te tachen del pobrecito que mal está o que quieran ver tus
vulnerabilidades o te digan algo que te duela, o porque simplemente no te
apetece, y prefieres decir simplemente que estás cansado.
Después llegas a casa, y ahí está la consola. Igual estás
tan cansado que te cuesta encenderla, pero al final en esos momentos de luz lo
haces porque hay videojuegos que has visto anunciados y te han llamado la
atención, y además te sumergen en otras dimensiones que no son tu vida personal
y te permiten conocer historias que a ti te llaman la atención por alguna razón.
Visualmente tienes ante ti escenarios bonitos que te invitan a querer
explorarlos, es más, el mundo allí dentro te necesita para conectar una
historia y mover los hilos a través de tu personaje principal, el cual además
vas a poder personalizar como a ti te gusta, va a ser a la carta y eso siempre
es una idea atractiva. Tienes curiosidad y ganas de avanzar la historia que te
va poniendo retos o pequeñas misiones que acaparan tu atención.
Resulta
interesante esa desconexión con la realidad y mira por donde te sientes
incitado a querer sumergirte en esas historias que forman parte del ocio y del entretenimiento
y son igual de válidas que cualquier otra. Además no requieren de un ritmo
concreto, eres tú quien estableces el tiempo que puedes dedicarle y no estás
obligado a seguir determinadas horas seguidas si no puedes anímicamente.
Porque allí donde no te ves capaz de salir a la calle puedes
encontrar algún rincón en casa que te ayude a sentirme mejor contigo mismo,
aunque sea durante unas pocas horas, eso que te llevas. Y aquí los videojuegos
merecen todo lo bueno que cualquier conmemoración les quiera otorgar porque es
innegable su papel como tirita directa al corazón.
¿Cuántos días tu estado de ánimo ha sido bajo y de pronto te
sumerges horas en un videojuego que te ha hecho sentirte más aliviado y activo,
fijando tu atención en historias que son igual de interesantes que en una
película o serie? ¿Cuántas veces parecía que nada te distraía y que ibas a
quedarte mirando un punto fijo en la pared y sin embargo comenzaste a jugar y
te enganchaste de manera que sentiste que invertiste tu tiempo en desmenuzar
una buena historia? El poder de los videojuegos es innegable.
Desafortunadamente esto no siempre funciona, no es una varita mágica, y es más,
hay estados donde no es ni posible ponerse a jugar con la consola. Pero en
ocasiones, este tipo de actividades estimulan los sentidos y te ayudan a
sentirte un poco mejor contigo mismo, y a tener un tiempo de ocio que acapara
tu atención de una manera muy sana.
¿Cuántas veces te has quedado en casa y has disfrutado un
montón del videojuego que llevabas tiempo esperando? Están muy bien hechos y
hoy en día hay tantas opciones que estoy segura de que cada persona podría encontrar
uno que realmente le gustase y le llegase a enganchar al punto de pensar en el
juego cuando no está dentro de él, y querer dedicarle más tiempo. Porque esta
sensación es realmente mágica cuando ocurre. Esa es la motivación que en el fondo todos queremos sentir con la vida, y los videojuegos que te gustan consiguen crearte esa sensación.
Los videojuegos te ayudan a estar activo y requieren de tu
participación activa para poder completarlos: cada logro que consigas va a
repercutir en la historia que tienes bajo los mandos, hay retos y recompensas,
y vas a conectar con unos personajes que te han ganado posiblemente por su
carisma y a los cuales vas a seguir viendo en las siguientes horas del título y
alguno hasta te va a emocionar porque te han transmitido la historia de tal manera
que has sentido a cada paso que dabas lo que ocurría. Y te puede resultar muy
estimulante mover a un personaje por el mapa y ver que se va abriendo en el
camino, ver qué aparece ante ti, o repetir actividades de farmeo que te
relajan, y que te ayudan a mejorar diferentes tareas requeridas en ese título.
Los videojuegos son nuestra compañía sea cual sea nuestro estado de ánimo, y más de una vez es lo que nos ha motivado un poco a seguir hacia delante, porque sabes que estarán ahí para cuando puedas coger la consola. Es un estímulo positivo y gracias a ti vas a avanazar en la historia.
Por no hablar de la música que acompañan a los títulos que
también te ayudan a conectar con la historia y te acompañan en tu aventura
videojueguil. Son músicas que posteriormente te acompañan cuando no estás en el
juego y algunas harán que hasta derrames alguna lágrima y puedas asociar la
historia con ella.
Los videojuegos ayudan a distraerse y además es una
actividad que te permite conocer historias donde tú papel es importante. Sin tu
control bajo el mando o bajo las teclas, no sería posible que vivieras en
primera persona el avance de las historias que se te presentan ante tus ojos,
ver lo que tú mismo vas consiguiendo y mejorando en un juego donde cada vez
tienes más poder, o has podido conseguir armas poderosas, ítems, objetos que
necesitas para desenvolverte en el juego. A veces simplemente te apetece un
juego donde no tengas que esforzarte tanto, y puedas relajarte realizando
paseos o pequeñas actividades que inviten a la tranquilidad y también está
bien. Es increíble lo que podemos llegar a conectar con las historias y lo bien
que hacen al distraernos durante un tiempo.
También socialmente te pueden ayudar. Lejos de aquéllas
ideas de antaño donde se veía a un jugador como alguien aislado socialmente, lo
cierto es que no es real que sea así, porque puedes compartir con gente tus
mismos gustos y disfrutar de esta pasión conjunta, y podéis ayudaros en el
juego incluso, y hacer nuevas amistades con las que ya partís con ese gusto en
común. Esto también puede ayudarte a sentirte algo mejor en el aspecto de la
socialización.
Gracias, videojuegos 💗
Comentarios
Publicar un comentario