4 días para el reencuentro, Link

Parecía que quedaba mucho tiempo y que era lejano en el horizonte. Pero ya está aquí, dicen que lo bueno se hace esperar y es que tenemos mucha ilusión por la fecha histórica del próximo viernes 12 de mayo dado que nos traerá una autentica locura: The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom. Tenemos una cita muy importante.

Posiblemente ya han comenzado los nervios por asegurar que tendremos el juego el día del lanzamiento en nuestras casas revisando cada poco que el día del envío de juego es este viernes porque si no cancelamos ya que con esto no se juega, y que además esta fecha cae en pleno fin de semana prácticamente, buen momento para decir adiós a la vida social y adentrarnos en un juego al que teníamos muchos ganas y que merece nuestra implicación. 

Su precuela Breath of the Wild supuso un auténtico boom con la llegada de la Switch, y es un juego muy valorado y muy querido tanto por fans de la saga como por jugadores que conocieron las aventuras de Link a través de este juego, y desde entonces no han podido parar de jugar a sus juegos. Dejó el listón muy alto, y posiblemente todos esperamos un juego que nos haga sentir lo mismo como poco, esa chispa con la que nos encendió este juego de mundo abierto tan bien hecho porque nos viene a la mente lo que significó Breath of the Wild para nosotros además de que los tráilers de Tears of the Kingdom nos han dejado los pelos de punta y es que entran ganas de gritar de la alegría de lo que se nos viene.

Los juegos de la saga Zelda son muy especiales, sus carismáticos personajes tienen algo que los hace únicos, la música entra en nuestra cabeza para permanecer allí incluso cuando ya no estás en frente de la consola, esos guardianes que nos quieren fastidiar el camino pero no podrán con nosotros, esos boss duros de pelar que nos hacen sudar la gota gorda, esas dificultades en los santuarios y la emoción por ver que ibas a encontrar para hacer, los corazones que vamos ganando y llenan nuestra pantalla para hacernos más fuertes, las tierras impregnadas de rosa de Ganón, las bestias divinas que tanto nos gustaron y dolor generaron como Vah Naboris que todavía recuerdo que dura fue esa parte para mí, jugar en el desierto me daba la sensación de mucho calor, ese mundo abierto y muy completo por el que te puedes quedar horas y horas sin necesidad de avanzar en la historia, las armas y la gran espada Maestra que tanto ansiábamos por ella pero luego también había armas muy buenas, los adorables kologs y la música que sonaba cuando descubrías uno.

No puedo dejar de pensar en tantas cosas que pueden apreciarse en su juego antecesor, de hecho, he leído a varios jugadores que estaban volviendo a jugarlo para volver a recordar las técnicas y meterse en la escena, porque ya estamos prácticamente dentro y queremos dar lo mejor de nosotros mismos a la vez que disfrutamos de una historia que seguramente va a ser una leyenda. 

Sólo 4 días…