¡Versión extendida de mi paso por Madrid Otaku!

El pasado fin de semana (17 y 18 de junio) tuvo lugar la segunda edición de Madrid Otaku, evento organizado por la Asociación Cultural Nippon y que reúne, especialmente, a todos los amantes de la cultura japonesa en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo (Madrid). Como cita marcada en el calendario acudí para disfrutar por segundo año consecutivo de esta convención que ya desde el año pasado me dejó muy buen sabor de boca por lo bien montado que estaba.



 Precisamente, lo primero que llama la atención de este evento es lo rápido que está creciendo para llevar tan sólo dos ediciones. Si bien es cierto, que este año su espacio se ha visto reducido en comparación con el año anterior, no ha sido para nada un impedimento para encontrar mucha variedad y oferta para todos. De hecho, era un salón muy familiar, muy recogido, con el espacio muy bien aprovechado. En este sentido, me ha recordado mucho a los eventos de hace 15 años, donde todos estábamos en familia, todo tenía un toque especial y, es que además la ubicación era la misma: en el Pabellón de Cristal.

Esta vuelta al pasado, esa nostalgia por la esencia que tenían esos primeros salones de temática otaku y gamer, gusta respirarla. Ahora ya sabéis que la mayoría de eventos de Madrid se realizan en Ifema con algunas desventajas que algunos hemos señalado como las luces amarillas que nos estropean fotos y dan dolor de cabeza, los altos precios por comer, por la entrada al propio evento o por el parking. En este sentido, Madrid Otaku, gana muchísimos puntos y, probablemente cada vez crezca más porque es un evento prácticamente nuevo, y está comenzando por la puerta grande.



Centrándonos en el evento Madrid Otaku, señalo que todos los detalles estaban muy bien cuidados: mucha seguridad lo cual aplaudo porque tal y como está el mundo, no está de más; un gran número de personal del staff para ayudarte en todo lo que necesitaras; un intérprete de lenguaje de signos en numerosas conferencias para que si asistía algún sordomudo pudiera seguir también el hilo, lo cual es un avance maravilloso y digno de aplaudir;  una zona destinada para acreditados y es que, ya desde la taquilla donde fui a recoger mi acreditación me comentaron “si necesitas algo como entrevistar a alguien, puedes venir aquí a comentármelo que yo te ayudo”.

Son detalles que ya de entrada te dan muy buena imagen porque demuestran y comunican que realmente les preocupa que el asistente se sienta a gusto con la experiencia, y eso como amante de las pequeñas cosas, lo aplaudo. La única pega que le encontré y no es ni siquiera responsabilidad de los organizadores del evento fue el abrumante calor en el recinto. Si bien es cierto, por la mañana se notaba el efecto del aire acondicionado pero por la tarde, con la llegada de más gente, hacía muchísimo calor, era notable la presencia de los abanicos. Y hasta encontré algún tweet muy gracioso que denominaba al evento como “Madrid Caloraku”, y ¡es verdad! Pero es que justamente ha coincido el evento con días de mucho calor en la capital.

En cuanto a las actividades que en Madrid Otaku se celebraron hubo como comentaba al principio de la reseña, variedad para todos que suele encontrarte en ese tipo de salones. Conferencias de cosplay, sobre cultura nipona y cómo viajar a Japón, talleres, concursos, zonas amplias de rol, una zona muy curiosa de videojuegos que estaba en fila para viciarnos a los títulos que sabemos que venden como FIFA, Street Figther V, Tekken 7 o Call Of Duty. Muy cerquita, también estaban las consolas antiguas para hacernos sentirnos viejos o para sentir nostalgia, ¡según se mire! Esto último viene muy bien para que las nuevas generaciones conozcan la cultura de los videojuegos, de cómo eran hace 20 años, como poco. Además, había tiendas gaming donde podíamos hacernos con juegos para pc por 3 euros, y con más chollos que merece la pena sólo pasarse y mirar porque hay títulos de hace más de 10 y 15 años como Project Gotham Racing, Dead or Alive o Perfect Dark.



La actividad orientada a los videojuegos más esperada fue el pequeño concierto The Legend of Zelda: Symphony of the Goddesses, que era una demo de lo que se va a celebrar el 25 de noviembre en el Auditori Forum de Barcelona. Allí se hará un espectáculo con un arreglo muy esperado de los temas de Breath of the Wild y será una orquesta que interpretará en directo las inolvidables bandas sonoras aprobadas directamente por el productor de la franquicia Eiji Aonuma.

En Madrid Otaku, ya pudimos ver un pequeño adelanto de lo que será este concierto sinfónico, y ciertamente, fue realmente precioso, apela a los sentimientos que nos harán venir a la mente directamente y al corazón, recientes juegos de Zelda, entre los que se incluye A Link Between Worlds, Twilight Princesa o clásicos como Ocarina of Time que están en la infancia de muchos aficionados.  Este concierto de la Madrid Otaku fue llevado a cabo por Celia y Claudia, pertenecientes a la Orquesta Filarmónica de España. No pudieron dejar de recibir aplausos, y no es para menos. ¡Larga vida para Zelda!



Más actividades que también tocan nuestra fibra sensible fue la exposición de Mitsuru Nagata, que nos traía una pequeña muestra de sus delicados trabajos tan personales, realizados con caligrafía japonesa y pintura sumi-e. Sus trabajos artísticos son extremadamente cuidados, te dejan con ganas de ver más de hecho, y además cuenta con mensajes muy bellos como “avanzar hacia la meta sin dudar con valentía”.  Desde luego que todo aquél amante de lo artístico y de los dibujos aprecia estas grandes joyas.

Otra exposición que encontré en Madrid Otaku fue la Exposición Fotográfica de Cosplay que recogía un mural de imágenes de numerosos profesionales del cosplay. Precisamente, este hobby tuvo gran importancia en el evento como ya os podéis imaginar, y vi el concurso que se celebró el sábado por la tarde en el escenario.  Fue muy entretenido. Se dio mucha importancia a la actuación de los cosplayers además de sus caracterizaciones, y además fue muy variado porque había cosplays que hacían homenaje desde Naruto, Fairy Tail hasta Jack Sparrow o La Sirenita. Igualmente, en el recinto hubo cosplays muy trabajados que perfectamente podrían también participar en este tipo de concursos.


Un aspecto del cosplay que me llamó la atención fue que no encontré, a diferencia de otros eventos similares, el cartel de Cosplay is not Consent, que nos informa de la importancia de respetar a los cosplayers. No obstante, había mucho personal del staff y si surgía algún problema se podía recurrir a ellos para solventarlo.

Además de todas las actividades que encontramos de videjuegos, anime, manga o artes marciales, también, por supuesto (para el disgusto de nuestros bolsillos), hay que mencionar la enorme zona destinada a tiendas que vendían merchandising oficial, productos kawaii, imitaciones también se han encontrado, y la zona de los artesanos que es una de las que personalmente más valoro y allí encontramos bisutería como pendientes para elfos (muy curioso), cajas pintadas a mano de personajes de anime y muchos objetos para cosplays. Sin duda, es una de las zonas que más gusta para dar un paseo y picar en alguna cosilla que le hayamos echado el ojo.



Sin lugar a dudas, Madrid Otaku es un evento que me ha encantado por contenido y por cercanía, y desde luego, seguramente para futuras ediciones seguirá creciendo y más y más aficionados se animarán a acudir. 





Comentarios