El viernes conocíamos
la noticia de la llegada de la sexta expansión a Hearthstone “Caballeros del
Trono Helado”que estará disponible en agosto, cuatro meses después de Viaje a Un`Goro.
Un centenar de cartas volverán para sumarse a todas las existentes, volviéndonos
locos de todas las sinergias disponibles con los que contaremos. Sumado a ello,
recordar que no hace mucho también recibíamos la noticia de que Hearthstone
cuenta con 70 millones de usuarios, una cifra que desde luego no consigue
cualquier juego. Hay que decir que es free to play, lo cual le otorga una
ventaja de por sí, además de que se puede jugar en dispositivos móviles o en
tablets lo cual ayuda más a su crecimiento, pues muchas personas prefieren usar
el teléfono para todo y en trayectos de metro o tren siempre puede caer alguna
partidilla, porque además no son muy largas.
Pero, ¿qué tiene Hearthstone
para que tenga tanto éxito desde que fue lanzado, allá por marzo de 2014? Básicamente
que es muy entretenido, que los creadores se encargan de dar vidilla al juego
con expansiones cada pocos meses que suponen la suma de nuevas cartas en acción,
gratificaciones, mejoras muy interesantes como el hecho de poder obtener oro si
jugamos con amigos, peleas de tabernas muy graciosas y contenido que además está
basada en los héroes de Warcraft y quienes conozcan la historia o hayan jugado
anteriormente a grandes como el WoW nos hace especial ilusión y es un plus.
Pero la historia aquí como sabéis, pequeños elfos, no es esencial y cualquiera
puede acceder al juego y entender perfectamente la mecánica.
Lo cierto es que
cuando Hearthstone fue lanzado al mercado se pensaba que sería parecido al clásico
Magic: The Gathering, pero el juego de cartas de Blizzard ha ido mucho más allá,
probablemente porque es mucho más accesible y fácil su juego. Por fortuna,
ambos han convivido bien y no pasa como en otros juegos que parece que los
jugadores de uno critican a los jugadores del otro y comienzan las guerrillas
absurdas por destacar cuál es mejor o peor.
Hearthstone ha
cambiado también desde que se iniciara hasta la actualidad, aunque muchas de
sus cartas básicas todavía se siguen utilizando y bastante, sobre todo porque
hay que tener en cuenta la división de formatos en estándar y salvaje, para
facilitar las cosas a los nuevos jugadores e intentar un juego más justo en la
medida de lo posible. No obstante, la familia crece y cada vez tenemos más
cartas a nuestro alcance, de ahí también está la gracia en continuar el juego:
cuantas más cartas, más querremos conseguir y, por tanto, más monedas virtuales
ahorraremos para comprar sobres de cartas. El tema es que sigamos jugando y
para ello la experiencia del jugador debe ir cambiando y ser atractiva, está
claro. Si no hubiera contenido nuevo, el juego no tendría tanta durabilidad en
el tiempo. De hecho, son tantas las cartas que hay en juego, que hasta más de
una vez cuando un oponente juega alguna más inusual de ver pienso, ¿esta carta
existía?
En el otro lado
de la moneda y como en cualquier juego también encontramos puntos que falta por
limar o que nos pueden gustar menos. El hecho de ganar, sin tener en cuenta a
las misiones, 10 oros por 3 victorias sigue sabiendo a poco. Por otro lado,
muchas veces no sabemos bien en qué destinar el oro: tal vez una arena, un
sobre, ahorrar para alguna expansión porque además suelen venir de pronto o según
el momento. Y muchas veces, si los 100 oros a los que destinamos la compra de
un sobre nos da cartas repetidas, pensamos: “Bah, me esperaba otra cosa”, y ya
cierras el juego hasta otra ocasión. No obstante, como lanza a favor, las
misiones son fáciles de lograr y podemos seguir intentando y probar suerte en
la compra de sobres.
Ciertamente, lo
que las cifras no nos dicen, es que muchos jugadores han dejado Hearthstone por
cansancio, porque tantas cartas ya abruman, porque resulta que la legendaria
que creaste ayer en unas semanas ya no tiene tanta fuerza o porque cueste
avanzar en ranked. Pero esto ocurre en todos los juegos y muchas veces, con el
paso del tiempo, viejos jugadores vuelven al adictivo mundo de Hearthstone. Es
verdad que a veces parece repetitivo, por ejemplo la expansión de Viaje a Un`Goro
nos trajo novedades muy curiosas con las misiones de los héroes, pero también
es cierto que si juegas en estándar se puede hacer un tanto repetitiva la mecánica,
porque además a día de hoy es Pícaro quien manda en el juego con la misión
Cavernas y es que directamente muchos jugadores dan por perdida la partida
porque es imposible hacerle frente. Pero ya sabéis, pequeños elfos, que esto
cambiará, y que unas veces es un mazo de moda el destacable y otras veces son otros. En
Hearthstone todo es temporal.
Otros dirán que
quien pague tiene más opciones de avanzar en el juego, y lo cierto es que
existen micropagos que lógicamente dan ventajas. Pero, en este juego, no son
para nada ventajas tan notables ya que los gameplays nos cuentan que podemos
llegar muy lejos en ranked con mazos más simples de lo que pensamos. Por tanto,
no es un motivo válido para desprestigiar el juego ni mucho menos. De hecho,
para ser un juego free to play tenemos muchísimo contenido, sinergias de lo más
variopintas y unas peleas de taberna que esperamos cada semana para “conseguir
el sobre”. No hay razón por la que quejarse.
Por todas estas
razones y por las ganas de esta nueva expansión que nos trae una ambientación vista
en la Ciudadela de Corona de Hielo de World of Warcraf aumentan más las ganas
por vivirla en primera persona. Además, ¡qué gran acierto esta ambientación
para un verano tan caluroso!
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