El sector de los videojuegos es muy potente y no para de
crecer cada año. El último informe publicado por la Asociación Española de
Videojuegos (AEVI), señala que los videojuegos han facturado en España 1.163
millones de euros durante el año 2016, un 7,4% más que durante el año 2015 en
nuestro país y convirtiéndose en la primera opción de ocio audiovisual en
España. Esto es una gran noticia y deberíamos alegrarnos por ello. Sin embargo,
las rencillas, los estereotipos o incluso en bullying persigue a este hobby. De
esto es de lo que quiero hablaros en este artículo que, voy a aclarar, es una
opinión personal y una percepción como lo puede ser cualquier otra.
¿Os acordáis cuando ser jugador era equivalente a ser un
bicho raro en la escuela o en el instituto? Quienes hemos nacido en la década
de los 80 o principios de los 90 cuando estaba despegando el sector sabemos,
por desgracia, lo que es haber sufrido bullying por tener gustos como el anime,
y a otros les ha pasado lo mismo con los videojuegos, el cómic y estas
aficiones que automáticamente te asociaban con ser el rarito al que marginar o
ser motivo de burlas, entre otras razones. Esto no siempre ocurría y depende
del entorno y de muchas otras características pero, es un estigma que ha
perseguido a este tipo de hobbies en sus comienzos y muchos lo hemos visto en
primera persona o escuchado seguramente.
Curiosamente, esta visión estigmatizada se ha dejado de lado
y no hace mucho ser jugador se puso incluso de moda. Esto no es negativo, ya
que el hecho de que haya tendencias en la sociedad puede venir bien para que
muchos descubran por curiosidad un nuevo hobby, lo prueben y les guste. A otros
no y sólo juegan a un título como mucho o sea algo pasajero, y también es
respetable. Al final, cada uno manda en su tiempo libre y no debería ser
juzgado por ello, siempre que lo haga de forma sana y no haga daño a terceros
con ellos.
No obstante, aunque ya no se asocie tanto ser jugador con
ser “el rarito” (con connotaciones negativas) considero que las nuevas
generaciones de jugadores, sobre todo, tienen que convivir con otros
estereotipos o denominaciones (a veces injustas) como “niños rata”, y todas
ellas están relacionadas con las nuevas tecnologías y la forma de acercarse a
los videojuegos. Con este artículo, tampoco niego la existencia de la toxicidad
y de que en verdad hay jugadores que faltan al respeto y que incumplen
normas. Pero lo que yo quiero expresar
es las ideas y las criticas que les suelen caer a las nuevas generaciones de
una manera muchas veces injusta, a mi parecer.
Muchos jóvenes hoy conocen los videojuegos de forma muy
diferente a la de los veteranos. Se aprende a jugar de la mano de un youtuber,
a través de un gameplay o por muchas otras vías. Además, es que hoy en día,
tenemos más títulos, más información a nuestro alcance, más consolas, mejor
tecnología y un crecimiento por el cual deberíamos estar contentos de que haya
tanta diversidad y tanto donde elegir. Sin embargo, no siempre es así y en este
sector se cae en la crítica fácil, sobre todo en redes sociales. Os voy a
señalar de forma general qué puntos se critican hoy en las nuevas generaciones
de jugadores:
-Asociar a los videojuegos con la violencia, la inmadurez o
una forma de ocio para personas que no tienen interés en trabajar o estudiar.
Flaco favor hacen algunos medios de comunicación a este tipo de creencias pues no
hace mucho me encontré un artículo donde se hablaba del desempleo y se
ilustraba con una fotografía de un niño con una consola en la mano. También me
viene a la mente los prejuicios que se crearon el año pasado hacia los
jugadores de Pokémon Go. Está más que demostrado por expertos que jugar aporta
beneficios relacionados con la toma de decisiones, los reflejos, la vista y
coordinación. Es un hobby sano como cualquier otro. Por otro lado, es una lástima que haya
personas que no entiendan que el tiempo de ocio es necesario, libre y no guarda
relación (o no tiene por qué) con el tiempo de trabajo o los estudios de
alguien. Con esto no niego que existan personas a las cuales el tema de jugar se les vaya de la mano. Pero, sinceramente, no suele ser tan habitual. Es un hobby más, como cualquier otro.
-Infravalorar los gameplays o las nuevas formas de jugar a
videojuegos. Muchos jóvenes deciden compartir con otros usuarios sus partidas,
o incluso llegar a obtener ingresos por ello. He leído más de una vez, incluso
por parte de jugadores, quejarse de estas prácticas diciendo que no vale para nada, que
es pérdida de tiempo y que no se debería intentar buscar ingresos de los
videojuegos, sino en un “trabajo serio”.
Todas las opiniones son respetables y válidas, de hecho el
debate y las “peleillas” han estado siempre presente en este sector de forma
sana, entre amigos y han tenido su punto porque no tenían ningún tipo de maldad,
pero a veces, ¿por qué hay esa necesidad de meterse de forma tan directa en lo
que otros quieren hacer si no hacen daño a nadie? Los tiempos cambian y es
bueno adaptarse y sacar provecho de los nuevos recursos si así se desea. Personalmente,
considero que gracias a los gameplays podemos avanzar en partes más complicadas
de un juego o decidir la compra ante un titulo con el que estamos dudosos.
Además, hay mucho donde elegir y no se puede coger una parte por el todo y
pensar que el papel de los gameplays a modo general no tienen ninguna utilidad.
Es respetable que no te gusten los gameplays pero tampoco es necesario
denominarlos directamente “basura” sin más argumentos.
-La arraigada creencia de que cualquier tiempo pasado fue mejor y que
los nuevos jugadores no saben lo que son verdaderos retos. Estamos
probablemente de acuerdo en que antes no había tanta información y se hacía
mucho más complejo pasarse los títulos, y el ensayo-error estaba muy presente.
Pero, hoy en día también hay títulos complejos como Dark Souls o Darkest
Dungeon, por poneros unos ejemplos. Además, esto es algo muy subjetivo, en un
mismo juego se pueden encontrar retos en un momento dado, y no a todos se nos
dan bien el mismo tipo de género, por lo que podemos encontrar motivación de la
mano de algún título.
-Ligado a este punto, también se hace menosprecio a personas
por haberse pasado o no ciertos títulos clásicos y corroborar así si es true
gamer o no. Cada uno que opine lo que quiera, a mi me es indiferente en qué
porcentaje soy “gamer” a ojos de otros, o si lo soy menos por jugar menos horas
que otros, o lo que se considere. De hecho, sólo me considero una aficionada
que disfruto jugando unas horillas cada semana y que espero seguir haciéndolo.
Ni de lejos tengo los mismos conocimientos que alguien que ha nacido con
videojuegos debajo del brazo y pueda o quiera destinarle mucho más tiempo a
muchos títulos. Pero no me refiero a esto, si no a la necesidad de decirle a
otros que sus juegos son superiores y buenos para todo el mundo.
He observado que, a veces, emerge una especie de complejo de
superioridad y pensamos que el título que jugamos es el mejor para todos y si
alguien no lo juega o ya es motivo para descalificarle o que su opinión en el
sector, no tenga credibilidad alguna. En este punto, quiero aclarar, que soy
partidaria de que exista el debate como algo sano, tengamos una mente crítica y
escéptica, y de que expresemos nuestra opinión pero, a veces hay gente que recurre a las malas
palabras y no entiende que dentro del sector, cada persona tiene sus gustos y
tendencias. En este sentido, podemos buscar personas que tengan opiniones
parecidas a las nuestras y seguirles, o bien aceptar que otros en algunos
puntos no estén de acuerdo con nosotros y respetarles. En cualquier caso, una
persona no debería ser criticada por si decide jugar sólo a League of Legends
en vez de destinar su tiempo a otros juegos. ¿Qué importancia tiene el número
de títulos que se juegue al mes? Deberíamos limitarnos más a preocuparnos por
lo que queremos jugar nosotros y no lo de los demás, sugerir recomendaciones en
todo caso e intentar ser más respetuosos con este tipo de cosas, y nunca
imponer.
-Por último, a día de hoy escribir sobre videojuegos, tanto
si eres periodista como si eres conocedor del tema, en blogs, páginas indies o
webs ya asentadas es a veces colocarse una diana en la cabeza. A muchas
personas les cuesta entender que precisamente un artículo de opinión es
subjetivo y que se expresan puntos positivos y negativos de un título con los
que el lector puede estar de acuerdo o no, lógicamente. Pero en vez de expresar
sus argumentos y decir en qué está de acuerdo y en qué no, más de una vez me he
encontrado comentarios ofensivos en webs donde algunos expresan “esto lo ha
escrito un becario que no tiene ni idea”. Al final, cada persona vive y
experimenta un juego de una forma y mientras lo haga de forma respetuosa o con
argumentos, ¿Quiénes somos nosotros para faltarles al respeto o poner en duda su experiencia personal en el juego? Incluso he visto
como algunos lectores se tomen a mal que haya artículos que comparen Overwatch
con Paladins. Están en su derecho de que les parezca mal, pero ¿no tenéis la
sensación de que se critican demasiadas cosas en vez de verlo como puntos de
vista? A su vez, se critica que todos los medios ofrezcan la misma información
pero es que cuando alguien hace otro tipo de trabajo, también le criticamos.
Con todo ello, quiero recalcar que es muy positivo que
exista el debate y que cada uno es libre de pensar como quiera, faltaría más.
Pero a veces, considero que hay falta de respeto con temas que no deberían
preocuparnos tanto, o que podemos rebatir de una forma muy diferente, con
nuestros argumentos también válidos, antes que caer en la crítica o el insulto
gratuito.
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